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Driller
10 señales de que debes de ir al sexólogo ¡pero ya!
La verdad es que ir a un sexólogo es un poco raro, bueno está bien, bastante raro… pero la neta es que el sexo no es algo instintivo, de hecho, tod@s requerimos de educación sexual más allá de la que recibimos en la escuela donde aprendemos a ponerle un condón a un plátano y eso, si tenemos suerte.
Pero… ¿para qué ir al sexólogo?
A ver… Si tú apenas estás descifrando tu orientación sexual, si quieres una mejor vida sexual, si necesitas consejos en este tema en particular, si sufres de una falta de deseo, si no logras llegar al orgasmo, si tienes problemas de erección, si eres víctima de abuso, si… la verdad es que la lista puede ser muy, pero muuuuuuuuy larga, por lo que aquí te vamos a dar las 10 señales más comunes que nos pueden indicar ya es tiempo de ir con el sexólogo.
1. Pérdida de libido
En estos casos es muy importante identificar si realmente has perdido la libido o si simplemente no estás en el mood y es que hay veces en las que, entre el trabajo, el stress, el tráfico y las pocas horas de sueño estamos sin ganas de hacer nada. ¿Estamos?
Peeeeeeeeero, si estás completamente desinteresad@ en el sexo -ya sea con tu pareja estable o hasta de sexo casual y sin compromisos- entonces no lo pienses más y haz una cita a la de ya.
2. No puedes llegar al orgasmo
De entrada, no es taaaaaan fácil y hay que ser pacientes para lograrlo, lo cierto es que existen muchos métodos para ayudarte a llegar al orgasmo, lo que yo te recomiendo antes que nada es que trates con un vibrador o un masajeador –nada mejor que el Heaven- pero, si a pesar de que lo intentes -una y otra vez- no logras llegar a esa explosión indescriptible de placer, puede ser que todo esté en tu mente y no en tu cuerpo, así que no esperes más y ve a ver un profesional.
3. ¿Problemas “sexuales” de pareja?
Está más que claro que los problemas sexuales no necesariamente deben residir en ti, pueden ser algo dentro de tu relación, digo, después de todo el sexo es algo que se comparte, así es que si hay un desequilibrio en tu relación obviamente eso va a afectar directamente tu vida sexual, es por esto que si quieres salvar tu relación, tienes que buscar a un sexólogo centrado en temas de pareja… siempre y cuando pienses que tu relación tiene futuro, si no es así, ya no le inviertas más tiempo, ni dinero… ¿cómo para qué?
4. Sientes mucha presión por llegar al orgasmo que no disfrutas del sexo
Los orgasmos suelen ser el objetivo del sexo, la meta, el gran final, pero para muchas se vuelve en toda una obsesión hasta el punto en que sienten la necesidad de fingir uno.
Amigas no finjan, neta.
…Ahh y lo mismo sucede con sentirse obligada a proporcionarle un orgasmo a tu pareja a como de lugar, esta es una actitud muuuuy común que puede afectar tu relación, así que ni lo intentes… Next!
5. Sexo en exceso
Contrario a la pérdida de la libido, esto es cuando te la pasas toooooooooooodo el día pensando en sexo.
Y no solo pensando, sino que también practicándolo
Pero… ¿y si te cuidas y lo disfrutas plenamente? ¿qué tiene de malo querer tener sexo 24/7?
Pues que como todo en exceso es malo, digo si realmente eres adict@ te costará concentrarte en algo más que sexo y se convertirá en una preocupación excesiva, así que busca la ayuda -de un profesional- no de tu vecino, amigo, conocido del bar, ni de tu ex, ni de Thinder, ni Grinder, ni nada, ni nadie por el estilo.
6. Tienes dudas acerca de tu sexualidad
La sexualidad no es blanco o negro, lo que significa que muchas personas pueden tener dificultades entendiendo exactamente dónde encajan en la escala de etiquetas… Y es que hoy en día hay etiquetas para todo y todos, digo que me dicen de todas estas siglas: LGBTTTQIA más las que se sumen esta semana.
La neta es que todas tus dudas son 100 % válidas sin importar tu sexo, edad, género, etc…
Y aunque por supuesto puedes llegar a resolver todas tus dudas sin ayuda, hablar con un profesional puede ser de gran ayuda, sobretodo si estás pasando por un momento difícil, el chiste aquí es no ahogarse en un vaso de agua… no vale la pena.
7. El sexo para ti se ha convertido en algo diferente
¿Por qué tenemos relaciones sexuales?
Hay muchas razones por las que nos gusta darnos a alguien, desde sentirnos más cerca de nuestra pareja, hasta por el purititito placer, pasando por otras razones
-más extrañas- como cumplir el propósito de tener hijos.
Sin embargo, el sexo también se puede utilizar para herir a otra persona o bien para otras razones un tanto más perversas.
Así que si eres víctima de esto o si eres tú mism@ quien lo está haciendo es sumamente importante resolver este problema… ¿o no?
8. Has sufrido un trauma sexual
Los traumas sexuales pueden afectar nuestras vidas profundamente, peeeero profundamente y lo peor es que el daño puede no hacerse evidente inmediatamente sino incluso muuuuuchos años después… y es que la mente es muy cabrona.
Así que si pasaste por algo que te causó un trauma y que por lo mismo te impide tener relaciones sexuales y/o bien gozarlas al 100%, no trates de arreglártelas sol@, existen muchos sexólogos allá afuera, que están más que capacitados para entender y tratar tu caso.
Lo importante aquí es dar con uno con quien te sientas segur@, vas a ver que notarás el efecto que puede tener una visita al sexólogo no sólo en tu vida sexual, sino en tu vida, punto.
9. Tienes más sexo contigo mism@ que con otros
¿Te masturbas mucho? ¿pero muuuuuuucho?
No te preocupes, tod@s lo hacemos y es que es lo más normal y sano del mundo.
El problema aquí es cuando empiezas a notar que disfrutas más haciéndolo tú sol@ que con tu pareja…
Ojo: porque esto puede ser un indicativo de otros problemas sexuales, o de una adicción al sexo, sea cual sea es importante que acudas donde un profesional.
10. Desequilibrio hormonal
Algunos de nuestros problemas sexuales son causados por nuestro mismo cuerpo, es por esto que hay que cuidar todo desde nuestras horas de sueño hasta nuestra alimentación y es que un desequilibrio hormonal puede poner en riesgo nuestra salud sexual, así que no hay que descuidarse en ningún sentido, algunos síntomas que puedes identificar son los cambios de humor, el cansancio extremo, el hambre constante, la sequedad vaginal y hasta la pérdida de libido, que a decir verdad es nuestro primer punto, lo que lo hace doblemente importante.