#Sales
- 50% Off
Driller
Ahh… El sexo, ese mágico encuentro entre una pareja que se ama y/o se desea, muchas veces se trata un sueño –casi siempre mojado- hecho realidad, un momento inolvidable, de esos que se recordarán para toda la vida.
Pero… ¿Qué pasa cuando no todo es color de rosa?
Y es que siempre que se habla del acto sexual se cuentan las puras cosas buenas, esas historias que están llenas de excitación y placer, que te hacen vibrar y ponerte cachondo con sólo escucharlas, pero la neta es que la mayoría de las personas durante estas conversaciones parece “olvidar” todas esas situaciones embarazosas que han arruinado por completo la pasión en pleno acto.
¿Tú eres una de esas personas que padece de alzheimer sexual?
Si es así, no te preocupes ya que aquí te recordaremos, todos esos momentos embarazosos que nos han pasado a todos –o bueno, a casi todos- durante el sexo.
Y es que todas las personas con una vida sexual “medianamente” activa han enfrentado algunas de estas amargas pero a la vez graciosas situaciones que aunque son verdaderamente vergonzosas, también resultan sumamente divertidas, esto es, si las tomas con un poco –o a veces bastante- sentido del humor:
1. Mal aliento
Si tuviste el típico date de ir a comer, o a cenar y/o a bailar y por lo mismo comiste, tomaste poco –o mucho- alcohol, fumaste y demás, es de lo más probable que te huela la boca, de entrada, si vas a comer, aléjate de alimentos como el ajo y la cebolla, entre muchos otros, pero bueno, si puedes llevar contigo un cepillo de dientes o por lo menos un enjuague bucal o ya de perdis un chicle o bueno, dos para darle el otro a tu pareja, no tendrás problema en este punto.
2. Los escandalosos e incontrolables pedos vaginales
Sí no tienes idea de lo que estamos hablando, ¡ahí te va! los pedos, flatulencias o gases vaginales son de lo más normal del mundo, se trata de un sonido incontrolable que sale de la vagina a causa del cambio constante de posiciones, esto hace que entre aire a la zona vaginal, ¡y obvio! llega un momento en que ese aire tiene que salir… y ¡Pum! aunque no tiene olor, suena igualito a un pedo…
3. Y los otros…
Ahh y bueno, también aquí habría que hablar de los pedos comunes y corrientes, de hecho, mucho más corrientes que comunes… ¿o no?
5. ¿Qué pasa con el resto de tu cuerpo?
Hay que poner especial interés en todos los órganos de nuestro cuerpo, lo que significa que deben de estar perfectamente limpios, la recomendación obvia es bañarte antes de una cita, si lo hiciste, pero te la pasaste bailando y sudando, te recomiendo que se bañen juntos antes del acto… que además es de lo más cachondo del mundo.
Por otra parte, también hay que considerar utilizar un buen jabón neutro para el área genital y eso sí, evitar usar esos jabones perfumados, que aunque huelen delicioso, pueden llegar a resecar el área y propiciar infecciones.
6. ¿Y si te caes de la cama?
Imagínate que estás en plena acción y la cosa cada vez se pone mucho ¡pero mucho! más intensa, esto hace que no midas el espacio de la cama. Digo… ¿quién tiene tiempo de medirlo en ese momento ¿verdad?
Y pues terminas rodando hacia el piso, la neta es que no te puedes imaginar lo chistoso que es esto, sobretodo cuando tienes unas copas de más, ya que estás mucho más simple y del dolor no te acuerdas hasta el día siguiente cuando como por acto de magia aparece un gran moretón.
7. Estar siempre list@…
Con esto me refiero –para las mujeres- estar siempre depiladas y es que no hay nada menos sexy en una mujer que unas piernas y/o unas axilas todas peludas puerta de bogan-como te!e repente en lugar de entrar por l puerta de salida entra por la puerta de emergencia !facturar $30,000¿o no?
Y bueno, para ambos, hay que usar siempre calzones bonitos y bien limpios y lo mismo aplica con los brasiers –no en los hombres, por cierto- y los calcetines sin hoyos, por favor.
8. No… ¡Por ahí no!
¿Te ha pasado que ambos están prendidísimos de lo más cachondos del mundo, a punto de la penetración, pero el wey se equivoca de hoyo?
Y es que justo sientes como el wey se va alejando poco a poco de la puerta de entrada y se va –como gorda en tobogán- por la puerta de emergencia y lo peor ¡sin lubricante!
¿Pues que te puedo yo decir?
Hmm… Nada absolutamente nada, únicamente recordarte que uses siempre y lubricante, ya que más vale prevenir que lamentar y bueno, de la ducha anal, ya hablamos en el punto 4.
9. Upps, se rompió…
Y aquí no estamos hablando del himen, sino del condón, pero bueno, si es a la mitad del acto -y ambos o solo uno de ustedes- lo nota, pues nada como cambiarlo y listo.
Pero… ¿qué pasa si te das cuenta de esto hasta el final? ¿justo cuando ya ambos acabaron?
Pues nada, no te apaniques, puedes tomar la pastilla del día siguiente y listo.
Y bueno, por el otro lado, ya se está haciendo de todo para legalizar el aborto, aunque esperamos no llegar a ese punto.
10. ¡Ayyyyyy!
Eso de experimentar varias posiciones es de lo más excitante, pero por lo mismo hay unas posiciones –poco comunes- que nuestro cuerpo puede llegar a padecer, así es, estoy hablando de esos malditos calambres que te dejan totalmente inmóvil y gritando de dolor, acabando con la excitación del momento.
Aquí la verdad es que no queda nada por hacer, más que esperar a que pase el dolor y rezar para que no se le baje la erección a tu pareja.
Cuéntanos qué te ha pasado a ti y cómo lo resolviste o superaste.