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Driller
Definitivamente esta cuarentena está cambiando muchas cosas en nuestras vidas… pero muuuuuuuuuuuuuuuuuuchas, de entrada nuestros horarios de dormir ¿del insomnio para que hablar?, nuestra forma de trabajar -el famoso home office, le llaman- nuestros hábitos de limpieza, esto es lavarnos las manos 20 veces al día -como mínimo-, nuestra dieta diaria y no sólo lo que comemos, sino también los horarios en los que comemos, la manera en la que hacemos ¿o no? ejercicio, nuestra forma compulsiva de ver miles y miles de series y películas, nuestra manía de limpiar la casa y lavar los trastes a todas horas y si, nuestras relaciones sexuales.
Si tú estás sol@, pues seguramente te estarás preguntando:
¿Cuales relaciones sexuales? ¿verdad?
Aquí la única opción que tienes es dar gracias de no tener que soportar a una pareja en cuarentena y masturbarte mucho… pero mucho, en ocasiones anteriores he hablado de vibradores, masajeadores y masturbadores que hacen mucho más placentera esta experiencia, así que búscalos, no te vas a arrepentir.
Pero, si eres una de esas personas que está cumpliendo el aislamiento con su pareja, es muy posible -que a pesar de que tengan todo el tiempo del mundo- su vida sexual durante este confinamiento no sea tan activa como quisieran y el culpable es, ni más ni menos que el estrés.
Pero… ¿De dónde viene el estrés?
Uy… de todas partes, a ver primero eso de convivir las 24 horas del día con su pareja en un contexto muy diferente a unas vacaciones puede descolocarlos muy fácilmente y bueno, si a esto le sumamos el bombardeo de noticias diarias, desde la mañanera de AMLO hasta la conferencia de las 7:00 de la noche de Gatell, pasando por toda la info de las redes sociales, más la incertidumbre, la falta de empleo o la perspectiva de perderlo, el miedo a la enfermedad y demás factores… Todo esto es más que suficiente para aniquilar nuestras ganas para tener sexo… ¿o no?
¿Pero… por qué el estrés afecta el deseo sexual?
Pues para empezar el estrés es una respuesta biológica y psicológica ante una situación percibida como una amenaza, y una de las sustancias cerebrales involucradas en el estrés es el factor liberador de corticotrofina, sustancia que, entre otras cosas, inhibe el deseo sexual.
En pocas palabras, si nos sentimos en peligro, nuestro cuerpo emite una respuesta que se centra en las funciones que nos van a servir para enfrentarnos a esa amenaza y va a inhibir las que no nos son útiles en ese momento… ¡Ouch!
La idea aquí es cambiarnos el chip, y es que por más que nos preocupemos, no hay mucho que podamos hacer, así que yo les recomiendo que dejen de hacer lo que están haciendo y traten de hacer cosas que acaben con este estrés.
Y es que al mismo tiempo -y aunque suene un poco raro- el sexo ayuda a reducir el estrés, lo que ya que de entrada suena de lo más contradictorio del mundo ¿o no? Y es que estamos en una de esas disyuntivas en las que casi, casi tenemos que responder que fue antes ¿Si el huevo o la gallina?
Y es que, si el estrés hace que disminuyan nuestras ganas de tener sexo, pero al mismo tiempo el sexo hace que se reduzca nuestro estrés ¿qué hacemos?
Pues como dicen por ahí hay que ponerse flojitos y cooperar y es que el sexo aumenta la neurogénesis que es la formación de nuevas neuronas, así como el número de conexiones entre células nerviosas mismas que reducen dramáticamente los niveles de estrés, también durante las relaciones sexuales se libera la oxitocina que es la hormona responsable de que aumente la intensidad del orgasmo, que hace que las células nerviosas del cerebro descarguen un ligero choque eléctrico provocando, el relajamiento físico y mental.
Entonces… ¿Qué hacer para tener menos estrés y más sexo?
Primero lo primero hay que respirar profundamente, antes de empezar con el sexo, pueden tomarse un momento para respirar y liberar su mente de pensamientos negativos, la idea aquí es relajarse, si no lo logran, entonces mediten, el objetivo es encontrar esa paz interior.Acabar con esa apatía: ya sé que much@s de ustedes no se sienten con ganas de hacer nada y menos con su pareja, pero hay que echarle ganitas –nuestro cuerpo y mente nos lo agradecerán- hay que abrir nuestro chakra sexual, ¿cómo? tocándonos y masturbándonos, lo mejor es hacerlo en un lugar privado ¿durante el baño, quizás?
-Tomar las cosas con mucha calma: hay que ir de poquito a poquito, es por esto que una buena idea es tomar un baño juntos -si es de burbujas mejor- darse masajes, acompañados de besos, caricias y abrazos… y es que en este momento lo que más se necesita es el juego previo, para ponernos en el mood.
-Centrarse en su pareja: piensa en cómo conectas con ella cuando estás teniendo relaciones y en cómo la haces sentir, disfruta de estos momentos de unión con tu pareja y permítete ser feliz.
-Elimina las expectativas: en estos momentos de incertidumbre, no tener expectativas en cuanto al sexo es de lo más útil para evitar la presión que sientes en el momento de tener relaciones… que se de lo que se tenga que dar y punto.
-Hagan una pausa de vez en cuando: si no pueden superar el estrés mientras tienen relaciones, puede que les haga falta parar un rato y descansar, no hay prisa, ahora sí que tenemos todo el tiempo del mundo.
Y por último hay que probar cosas nuevas: Es el momento perfecto para experimentar con juguetes sexuales o bien darle la vuelta y probar una –o varias- posiciones nuevas, también pueden ver algo de pornografía juntos ¿han pensado en un juego de roles?
Lo importante aquí es que no se sientan cohibid@s, quizás se avergüencen de algunas de sus fantasías sexuales, pero ¿saben qué? es de lo más normal del mundo tenerlas, la idea aquí es hablar con su pareja y llevarlas a cabo de una forma divertida y segura.
¿List@s para acabar con el estrés? Aquí tenemos todo lo que necesitas para dar rienda suelta a tu imaginación.